Cuando hablamos de variedades de café, nos referimos a aquellos que varían según la preparación y tostado como así también al sinfín de cafés que se preparan en los bares de todo el mundo. Lo cierto es que seguro hay un café para cada paladar. El café en grano es una de las opciones más recomendables porque al adquirir el grano maduro estamos comprando el café en su máxima expresión de frescura, de aroma y sabor. Siempre se recomienda moler el café al momento de utilizarlo para conservar todas sus propiedades. El tema es que necesitamos contar con un molinillo de café o bien pedir que lo muelan al momento de comprarlo. El café molido es un excelente alternativa si no tenemos molinillo o si ya lo compramos envasado en la tienda. También existe el café con algunos aditivos como azúcar, edulcorante, leche, algas marinas o correctores de la acidez. Evidentemente el sabor del café pierde muchas de sus características naturales pero resulta ser un poco más suave y mucha gente así lo prefiere. Existe en el mercado de productos sustentables y amigables con el medioambiente un tipo de café orgánico y sin aditivos. Es más saludable y se comercializa en ferias o tiendas naturales. El café instantáneo ha sufrido un proceso industrial más prolongado y su resultado final suele distar bastante de aquel café en grano del que hablábamos anteriormente. Se adquiere en cualquier supermercado o tienda de alimentos. Su consumo es muy masivo ya que es muy sencillo y fácil de preparar. El café descafeinado se presenta en grano o soluble y se le extrae hasta un 97% de cafeína. Es muy apropiado para embarazadas o para quienes gusten saborear un cafecito sin desvelarse. Las cápsulas de café son relativamente nuevas en el mercado. Se utilizan para las máquinas de café que se usan en casa. Al comprar capsulas Tassimo, estamos comprando una mini dosis de café de primera calidad. La cuestión cambia mucho cuando nos vamos a un bar y abrimos la carta para consultar los tipos de café que ofrecen. Sería imposible mencionarlos a todos ya que cada bar tiene su propia oferta y a su vez cada región o país sus variedades. Vamos a mencionar los clásicos que nunca faltan en la barra de un bar. El café solo o espresso, que no necesita demasiada presentación y es el más común y pedido. Luego se ofrecen los cafés que vienen con leche, ya sea un cortado (apenas un chorrito de leche) o mitad leche y mitad café. Algunos bares ofrecen café con leche condensada o crema. Luego tenemos aquellos a los que se les añade algún tipo de bebida alcohólica, ya sea ron, brandy, whisky, entre otros. El famoso capuchino que, según el lugar donde se lo prepare, se lo suele agregar leche espumosa y espolvorearlo con cacao. También podemos mencionar los cafés fríos o Frappuccino (marca registrada por la firma Starbucks). Como verán hay para todos los gustos, solo es cuestión de ir probando para ver cuál se convierte en nuestro favorito. |
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